¿CORRUPCIÓN EN EL PRITZKER ?

¿CORRUPCIÓN EN EL PRITZKER?

  

El premio Pritzker de arquitectura es un reconocimiento de un alto grado de honor que se concede anualmente a los más grandes exponentes de la arquitectura a nivel mundial, los cuales, con sus obras, contribuyen al enriquecimiento de la humanidad. 

Los premios PRITZKER han marcado una pauta en la calidad y reconocimiento de la arquitectura a nivel mundial, este reconocimiento ha trascendido a lo largo del tiempo y gracias a este mismo, los arquitectos que han sido galardonados o entrado en las nominaciones, se han hecho acreedores de un renombre que los posiciona en la punta del iceberg, lo cual les genera una oportunidad para cotizar sus obras en un nivel más favorable al que hasta ese momento tenían. 

Uno de los grandes cuestionamientos que se le ha hecho a estos premios es precisamente este: ¿el premio hace al arquitecto? Y es que a lo largo de los años han existido comentarios polémicos que son un punto de partida para generar una reflexión sobre lo que realmente ocurre detrás de estas premiaciones. No se trata de desprestigiar a los premios, pero sí de notar que puede resultar fácil olvidar la intención pura que estos tenían: celebrar a la arquitectura y no convertirlos en algo más allá de eso, que por sí mismo ya tiene un enorme peso.

Martha Thorne, directora ejecutiva de los premios Pritzker en 2010, comentó que creía que en la última década se había cometido el error de utilizar la arquitectura para vender una imagen o el nombre de un arquitecto, algo "peligroso y preocupante" porque esta disciplina, afirmaba, "nunca puede ser simple". (Santana, 2010).

Muchas personas han llegado a criticar los premios ya que es cuestionable la manera en que es decidido el ganador a través de un jurado que toma en cuenta rumbos o gustos más personales, por el hecho de que es sector privado y no forzosamente especializado en la Arquitectura, recordemos que estos premios si fueron impulsados por un arquitecto, pero son analizados por distintas personas con diferentes profesiones. 

En 2016, la polémica se centró en el arquitecto chileno Alejandro Aravena, ganador del premio y antiguo miembro del jurado, con diversas notas que preguntaban si realmente era Aravena merecedor del premio y cuestionando la forma de elegir al ganador.

Los miembros del jurado se renuevan con una periodicidad irregular, pero que se sitúa alrededor de los cinco años. Con estas premisas, y teniendo en cuenta que la historia del Pritzker tan solo se remonta a 1979, es lógico pensar que las características de los distintos premiados a lo largo de los años no sean precisamente uniformes: algunas veces se ha recompensado la innovación espacial o estética, otras la relación con las preexistencias o el diálogo con la arquitectura vernácula, y más de una vez se han distinguido los avances sociales o socio económicos. (Torrijos, 2016)

 Y es que haber sido miembro del jurado de 2009 hasta 2015 fue un factor importante de la crítica, pues aunque no se ponía en duda su admirable contribución arquitectónica con sus diversas obras, si se creía que aun no alcanzaban a ser brillantes a comparación de las obras de algunos antiguos ganadores.

El problema es que, siendo interesantes y hasta notables, las construcciones de Aravena y su estudio Elemental no son brillantes. Sus edificios son innovadores, pero muy lejos de los avances espaciales y formales que plantearon otros galardonados previos como Frei Otto o Rem Koolhaas. Son sensibles al entorno, pero sin el profundo conocimiento de las preexistencias culturales que demostraron creadores como Álvaro Siza o Luis Barragán. (Torrijos, 2016)

Si bien, no hay una forma de averiguar si existe cierta corrupción o favoritismo hacia ciertos arquitectos, lo que no podemos negar, es que los premios Pritzker han permitido honrar a la arquitectura, gracias a estas premiaciones esta hermosa disciplina tiene un reconocimiento bien merecido.Al fin se reconoce la labor de esta profesión y se demuestra año con año que la arquitectura puede ser un importante factor  para la transformación de las sociedades, en donde la armonía, y el desarrollo humano pueden darse gracias a un espacio digno y bien pensado por un arquitecto.

BIBLIOGRAFIA:

Ana Santana. (2010). La directora de los premios Pritzker critica el uso político de la arquitectura. 07 de abril de 2010, de El mundo Sitio web: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/04/07/suvivienda/1270655671.html

Pedro Torrijos. (2016). ¿Merece Alejandro Aravena el Premio Pritzker?. 19 de enero de 2016, de El economista Sitio web: http://www.eleconomista.es/seleccion-ee/noticias/7287626/01/16/Merece-Alejandro-Aravena-el-Premio-Pritzker.html




Comentarios

  1. Esto es apenas una introducción, además de ser transcripción. No utilizas formato adecuado para citar. Lo único interesante es el título.

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